Un tema que define el trabajo de Albert Macaya (Reus, 1961) es la búsqueda de la identidad en el mundo contemporáneo. El autor trabaja extensamente la idea de la construcción del conocimiento y de la identidad.

Las recientes instalaciones que ha realizado Ester Ferrando (Reus, 1972) son una provocación para que el espectador, en un ejercicio de introspección, reflexione sobre algunos aspectos de la vida cotidiana.

La trayectoria artística de Antonio Alcàsser (Tírig, 1963) se inicia en el mundo del grabado, y ha ido evolucionando hacia la pintura, con el uso de nuevas técnicas a través de las cuales crea un lenguaje propio para comunicarse con el espectador.

La pintura de Kribi Heral (Biar, Alicante, 1967) sostiene un difícil equilibrio entre el caos y el orden, la libertad y el control y, al mismo tiempo, deja entrever una línea tragicómica que no disminuye el grado de espontaneidad de sus obras.

El trabajo de Joaquim Chancho (Riudoms, 1943) se enmarca en unas coordenadas entre las que se ha movido con libertad: abstracción, geometría, acción dentro de la pintura, secuencialidad y procesos reiterativos pero abiertos. En la mayoría de series ha optado por la limitación del color al blanco y el negro; en otros, añadiendo el rojo o colores terrosos.

Premio Julio Antonio de Escultura y Premio Tapiró de Pintura

Homenaje a Sarajevo es una narración visual en la que Jaume Solé (Valls, 1943-2011) representa de manera crítica los horrores de un acontecimiento histórico como fue la Guerra de los Balcanes y, en concreto, el sitio de la ciudad de Sarajevo (1992-1995).

La larga proyección artística de Mariano Rubio (Calatayud, 1926) se caracteriza por la absoluta coherencia que surge de su adscripción a los ideales renacentistas aplicados plenamente al arte, no solo en su producción pictórica y gráfica, sino en su labor como docente y, también, en la amplia labor como estudioso del arte gráfico.

CONTEMPORANEIDAD

La democratización del sistema político que facilitó el desarrollo artístico interno y las relaciones internacionales, así como la intensa comercialización del fenómeno artístico, propiciaron, en los años ochenta, un fuerte desarrollo de las artes plásticas. Sin embargo, en la última década del siglo el entusiasmo decayó, no así el trabajo y la calidad de los artistas.

El mundo de Gonzalo Lindín (Oviedo, 1920 – Tarragona, 1999) queda recogido en una espléndida obra rica en colores y formas que configuran el lenguaje propio del artista.