Gonzalo Lindín, Paisatge (1983)
Paisaje
El mundo de Gonzalo Lindín (Oviedo, 1920 – Tarragona, 1999) queda recogido en una espléndida obra rica en colores y formas que configuran el lenguaje propio del artista. La investigación metafísica que Lindín hace del paisaje lo lleva hacia una búsqueda de la abstracción a partir de visiones aéreas del Camp de Tarragona.
En este paisaje el artista no hace una copia de la realidad, sino que nos presenta una visión propia, abstraída, de una vista aérea de un paisaje donde aún podemos reconocer ciertos elementos como campos labrados, márgenes, copas de árboles o caminos que estructuran la composición.
En esta obra, la abstracción y la figuración conviven en perfecta sintonía. El uso casi expresionista que Lindín hace del color concentra toda la fuerza de la obra en su centro, mientras que irradia hacia el exterior del lienzo como si hubiera una voluntad de crecer, de expandirse, reflejo de la inmensidad del paisaje y de la imposibilidad de poder abarcarlo en su totalidad.