Cristina Garrido. "Boothworks"

¿Cómo cambia nuestra percepción según nos hallemos en un estudio, un museo, una galería o una feria? ¿Qué elementos concurren a modificar nuestra experiencia?

Boothworks, de Cristina Garrido (Madrid, 1986), es un proyecto que explora la relación del arte contemporáneo con las ferias. Lo hace de manera irónica y mordaz, planteando preguntas que atañen a cualquier espectador.

A través de recursos como el apropiacionismo y la arqueología, Cristina Garrido investiga las ferias y los elementos retóricos que ahí acompañan y enmarcan las obras de arte. Sus propuestas, dos vídeos y una serie de obras sobre papel, proponen una manipulación explícita de los materiales recopilados, evidenciando así los mecanismos que influyen en la percepción del espectador.

Un estand de feria repleto de obras de distintos autores se convierte en una obra de arte per se, como si se tratara de una pintura o un tapiz. Una voz en off y una guía profesional nos proponen un relato convincente sobre lo que estamos viendo. En sus collages, el montaje de imágenes desplaza contextos aparentemente antagónicos; mientras que sus vídeos, también construidos como collages de referencias y material preexistentes, enfatizan el lenguaje específico del arte contemporáneo, el que valida y que, junto al lugar que las hospeda, influencia nuestra lectura.

Cristina Garrido parece advertirnos que la cultura no se puede aprovechar por medio de una simple transmisión. Y, quizás más importante aún, que en tiempos cada vez más rápidos y con una oferta cada vez mayor, es fácil confundir el conocimiento (que requiere un diálogo lento y profundo con la otredad, tan sustancial a cualquier obra de arte) con el reconocimiento (que es rápido y superficial, se activa con un vistazo y una atención relámpago, la que dura el escuchar “algo que nos suena”).

Las obras de esta exposición hacen hincapié justamente, evidenciándolos de manera paródica, en los mecanismos que determinan nuestra percepción y que, muchas veces, pasan desapercibidos.

Al presentar estas obras en las salas de un museo, así como en sus collages los estands de feria se instalan sin ninguna modificación en grandes centros de arte (reconocibles por su arquitectura), Garrido inevitablemente cuestiona el papel de la institución y nos permite formular preguntas relevantes, las que quizá puedan salvarnos de ser espectadores pasivos, es decir, meros consumidores de cultura.

¿Qué relación se establece entre los museos y el mercado?

Frente a la proliferación y aceleración de la oferta cultural actual, ¿qué pueden ofrecernos las instituciones públicas?

Francesco Giaveri