La Casa Martí
El edificio del Museo de Arte Moderno de la Diputación de Tarragona, en su estado actual, es fruto de la unión de tres antiguas casas de la Part Alta de la ciudad. La primera había sido propiedad del Colegio Jesuítico de los Santos Reyes, de Tarragona. Confiscada por la Corona en la Compañía tras la expulsión de los jesuitas en 1767, fue comprada por Antoni Martí i Gatell, en 1772, en la Junta Municipal encargada de vender los bienes de dichos religiosos en Tarragona. El nuevo propietario, después de haberla mejorado, estableció su residencia en 1781. También habita esta casa el ilustre científico altafullense Antoni Martí i Franquès, hijo de Martí i Gatell, que vivió en nuestra ciudad desde el año 1798 hasta su muerte, en 1832. En la decimonovena centuria, el nieto de Martí y Gatell, Gaietà Martí y Veciana, compró dos casas vecinas, los años 1838 y 1857, y seguidamente amplió y restaurará el primitivo casal .
En 1951 se establece en Casa Martí la Escuela de Arte de la Diputación de Tarragona hasta 1976, en que se traslada a la ubicación actual, a la zona de Sant Pere Sescelades.
A partir del año 1976, y aprovechando el espacio utilizable que ofrecía la casa, se iniciaron las primeras actividades de cara a la creación de un nuevo museo para la ciudad. En primer lugar, era necesario hacer el inventario de todo lo que se disponía, seleccionar las piezas más interesantes y exponerlas.
Por falta de espacio, la zona dedicada a la exposición permanente resultaba pequeña; sin embargo, se celebró toda una serie de exposiciones temporales, lo que ayudaba, además, a acercar a los visitantes al museo.
En 1983, la Diputación adquirió el inmueble de la calle de Santa Anna, y dos años después se encargó al arquitecto Jaume Mutlló i Pàmies el proyecto de adecuación del edificio y en 1991 reabrió sus puertas.
En 2008 el Museo de Arte Moderno renovó la exposición de la colección permanente y aportó un importante carácter didáctico a su presentación.
A partir del año 2020, con la nueva dirección del MAMT, las salas del museo dedicadas a la exposición permanente adquieren una nueva dimensión y se libran del carácter de permanencia para acoger exposiciones temporales que respondan a las necesidades actuales de los lenguajes contemporáneos.