Diana (1925)
Diana es una escultura en bronce, obra de Santiago Costa i Vaqué (Móra d’Ebre, 1895-1984) realizada durante la década de 1930.
Diana, diosa romana de los bosque y la caza, es representada con un marcado carácter mediterráneo. A diferencia de las esculturas clásicas, se caracteriza por la simplificación de las formas y se aleja de la ornamentación y la estilización de la figura. El escultor, interesado en captar el movimiento y la tensión muscular que se produce en la figura, presenta a Diana desnuda, con una tela o manto que le cubre la espalda y desprovista de todo símbolo u objeto que provoca la tensión de su cuerpo: el arco y la flecha.
Las características dominantes en esta escultura de Santiago Costa son la fuerza y el movimiento detenido; orienta su obra hacia la exaltación de los músculos sin perder la armonía y la belleza de las formas, pero huyendo al mismo tiempo del neoclasicismo académico, para dar a la figura desnuda un sentido menos artificioso, más humano y dinámico. La solución plástica de la cabellera de Diana como si fuera una llama es un prodigio de serenidad que se traduce en ternura, y acaricia la forma en sólida expresividad dada por la mirada fría y distante.